Las bases de maquillaje son unas grandes aliadas de nuestra belleza. Con ellas, podemos unificar el tono de ésta y darle un aspecto más saludable.

En cosmética Bio se ha avanzado mucho en los últimos años en este tipo de productos. Lo que al principio eran texturas muy densas, en la actualidad son más ligeras con acabados perfectos.

Las bases de maquillaje Bio prescinden totalmente de ingredientes como las siliconas que taponan el poro y evitan la transpiración de la pile, de derivados del petróleo que también son oclusivos y de los parabenos  reconocidos como tóxicos.

A parte de estos ingredientes tampoco encontraremos en las bases de cosmética orgánica o Bio muchos otros ingredientes que son recomendables para la piel. Los sellos certificadores de este tipo de cosmética nos dan la fiabilidad de que sus ingredientes son seguros y que un alto porcentaje de éstos, son naturales.

Según nuestro tipo de piel y el tono de ésta, elegiremos para pieles mixtas/grasas texturas más fluidas y más cremosas para pieles secas.

Para elegir el tono adecuado a nuestro tipo de piel, nos inclinaremos por bases con matices beige en el caso de que nuestra piel tenga un subtono rosado o bases con matices rosados cuando nuestra piel tenga un subtono cetrino.

Para elegir el tono, miraremos que éste sea similar a nuestro tono del cuello para evitar que nos quede un efecto “máscara”. La base de maquillaje la podemos aplicar bien con esponjita o con brocha. Si lo hacemos mediante golpecitos conseguiremos una mayor fijación de ésta a la piel prestando especial atención a difuminarla bien en la base del cabello, orejas y cuello.